LIBRO: 1001 FOTOGRAFÍAS QUE HAY QUE VER ANTES DE MORIR

Desde arte innovador hasta reportajes gráficos, las 1001 fotografías extraordinarias que recoge este libro presentan una galería indispensable que el verdadero aficionado a este arte no debe perderse.

¿La fotografía es un documento, una obra de arte, o una combinación de ambos?

¿Deberían las imágenes simplemente mostrarnos el mundo en el que vivimos o incitarnos a pensar, actuar y reaccionar?

1001 fotografías que hay que ver antes de morir es una inestimable obra de referencia de la historia y la práctica de la fotografía que propone un interesantísimo recorrido por el arte, la moda, la sociedad, la guerra y la paz, la ciencia y la naturaleza, repleto de imágenes cautivadoras. Una completísima guía que desvela las historias que se esconden tras la lente de las cámaras y nos muestra cómo este arte ha cambiado el mundo moderno.

Algunas de las fotografías son reconocibles, otras no, pero lo que tienen en común todas ellas es su capacidad de emocionar, sorprender y redefinir lo que significa ser humano. Este libro desvela el proceso creativo y la relevancia visual, artística e histórica de cada una de las fotografías presentadas, que, ordenadas cronológicamente, dan pie a yuxtaposiciones inesperadas a la par que fascinantes.

¿Por qué se tomó esa fotografía? ¿Con qué intención? ¿Cómo reaccionó el mundo ante ella? Desde Roger Fenton a William Eggleston, desde Fox Talbot a Nick Knight, desde Cartier-Bresson a Dorothea Lange, todos los fotógrafos que aparecen en este libro transgredieron los límites de la cámara con una habilidad y un espíritu que elevó esta actividad a la categoría de arte.

Repleta de información entretenida, ilustrativa y sorprendente, 1001 fotografías que hay que ver antes de morir es, sin duda, una obra imprescindible para los amantes de la fotografía.

ESTADO :USADO, EXCELENTE ESTADO 

AUTOR: Paul Lowe
EDITORIAL:  Grijalbo, 2017
TAPA DURA
960 PAGINAS
17,5x21,6x5,7 CMS.
IDIOMA: ESPAÑOL

Detalle: La sobrecubierta de papel tiene una pequeña rajadura en una esquina, nada serio y que no arregle un invisible trocito de cinta adhesiva por el interior.